Son muchas las dudas que nos surgen cuando queremos saber de donde provienen nuestras semillas ¿Son perjudiciales los cultivos transgénicos? ¿Qué significa semillas híbridas? ¿Cómo saber si mis semillas son ecológicas? Con este artículo vamos a intentar aclarar estas y algunas otras dudas, exponiendo bien las diferencias entre cada uno de estos tipos de semillas.
Semillas híbridas
Estas provienen de una planta híbrida, lo que quiere decir que es el resultado del cruce de dos plantas de distinta especie, no muy diferentes para que pueda producirse el cruce.
Este es un método que el hombre ha realizado durante años para mejorar la calidad de sus cultivos, es un proceso natural sin efectos nocivos. También es un proceso que se puede dar de forma espontánea en la naturaleza, sin la intervención del hombre, por medio de polinizadores.
El problema de estas semillas es que no pueden dar plantas de segunda generación, esto quiere decir, que las siguiente generación de semillas que obtenemos de la planta no es fértil.
Semillas transgénicas
Estas semillas han sido manipuladas genéticamente, ya sea introduciendo nuevos genes de otras especies, la extracción de otros en la semilla original o ambas acciones. Estas semillas son creadas artificialmente por el hombre mediante ingeniería genética para mejorar las propiedades de las plantas, aumentando la fortaleza ante las plagas, consiguiendo que necesiten menos agua o fertilizantes, por ejemplo.
Al igual que las híbridas se deben volver a comprar para cada nueva siembra ya que las semillas de nueva generación son estériles.
El debate sobre si las semillas transgénicas suponen un peligro para la salud o no ha conllevado mucha polémica durante los últimos años pero lo cierto es que los estudios realizados no son concluyentes y sobre todo en nuestro país no se ha investigado a fondo. Aún así, sí que es cierto que en los estudios realizados, los transgénicos se relacionan con enfermedades graves de hígado, riñones y páncreas, cáncer o problemas de fertilidad.
Además se abren otros debates como la erradicación de especies al querer reducir la mayoría de especies a unas pocas “super especies” o la soberanía alimenticia al dejar el control de los cultivos a unas pocas empresas de las que depende su producción.
Semillas ecológicas
Por semilla ecológica se entiende aquella que proviene de una planta ecológica. Esto quiere decir que la planta no ha sido tratada con fertilizantes ni abonos químicos. La semilla tampoco ha sido tratada con productos químicos para su conservación.
Además la estructura molecular de la semilla no ha sufrido modificación genética por parte del hombre. Se presentan tal cual estarían en la naturaleza. De estas semillas saldrán plantas, de las que saldrán semillas viables y reproducibles.
Hay que señalar, que por mucho que se plante semillas ecológicas, si luego empleamos productos químicos, como fertilizantes o abonos químicos en nuestros cultivos, le estamos quitando nosotros mismos las característica de ecológica a nuestra planta.
Uno de los principales principios de la agricultura ecológica es el uso de semillas autóctonas, ya que son las adaptadas al territorio y esto las hace más resistentes. Al fin y al cabo, la naturaleza es sabia, cada especie tiene su clima ideal y por selección natural las especies cada vez son más fuertes.
Las semillas ecológicas se pueden distinguir porque al comprarlas deben llevar en el paquete el sello del organismo de control que certifique que esas semillas provienen de agricultura ecológica. Además si es un producto ha sido elaborado o envasado en la Unión Europea llevará también el logotipo europeo de Agricultura Ecológica.
Agricultura industrial vs Agricultura ecológica
La agricultura industrial, también llamada extensiva o convencional, es aquella que añade herbicidas, pesticidas y fertilizantes químicos en los cultivos. Con esto, lo que se consigue a la larga es alterar el medio natural, debilitarlo. El cultivo se acostumbra a esos aportes químicos y cada vez necesita más de estos aportes, se hace dependiente.
Además la agricultura industrial se centra en unos pocos cultivos, “los fáciles de producir” por así decirlo. Es de destacar que el 90% de los alimentos provienen de 15 especies distintas, aunque existen 270.000 especies distintas catalogadas.
La agricultura ecológica opta por un control biológico de los cultivos y no usa productos químicos de síntesis. Apuesta por la biodiversidad, no centrándose en los típicas variedades de frutas y vegetales que se suelen comercializar. Además, un ecosistema diverso es un ecosistema estable. Ampliando el número de especies cultivadas y sus variedades se fomenta la presencia de fauna auxiliar (lo que conlleva más polinizadores), se mejora el suelo y se protege su fertilidad natural. Complementando con especies florales y aromáticas se consigue ese aumento de biodiversidad.
Por último, señalar que en Planeta Huerto disponemos entre nuestro gran catálogo de semillas, de semillas ecológicas y no ecológicas, pero que en este segundo caso no son híbridas ni transgénicas.
¿Usas semillas ecológicas? ¿Notas la calidad en los alimentos?