La agroindustria siempre ha tenido una enorme importancia en la economía de los países y. El sector de las hortalizas (aún más enfocado al perfil familiar) ha mostrado un gran potencial de expansión —con tendencia al nivel agroindustrial— gracias a una mayor capacitación y al uso de tecnologías, como los invernaderos. ¿Y qué son los invernaderos agrícolas? Son la solución para minimizar pérdidas en el proceso productivo.
¿Qué son los invernaderos agrícolas?
Los invernaderos agrícolas son estructuras de vidrio o plástico construidas principalmente para proteger los vegetales de las fluctuaciones climáticas y sus fenómenos.
Desarrollado para permitir la siembra en el duro invierno, en climas cálidos, el cultivo protegido minimiza los efectos de la luz solar, previene los daños causados por la lluvia y los fuertes vientos, además de ofrecer defensa contra las plagas del suelo.
¿Cuáles son sus principales beneficios?
La gran ventaja de los invernaderos agrícolas es que permiten crear microambientes completamente libres de la intemperie y con condiciones ideales de temperatura, humedad y luz para cada hortaliza. Este control del clima en el interior de las estructuras genera una serie de beneficios tanto para el productor como para el consumidor. Vea:
cultivo fuera de temporada
Una vez que el productor ya no es rehén de la estacionalidad, puede cultivar y cosechar especies fuera de temporada. Esto significa que su producción satisface la demanda de los consumidores, ofreciendo alimentos de calidad y equilibrando los precios del mercado.
Los invernaderos también permiten el cultivo de hortalizas en regiones que naturalmente no brindan las condiciones adecuadas, aumentando el procesamiento de la oferta y la demanda en el comercio.
protección contra plagas
En campo abierto, incluso con un manejo adecuado, la plantación es mucho más susceptible al ataque de plagas del suelo y varios insectos, como saltamontes, orugas y chinches.
El cultivo en sustratos inertes o en hidroponía NFT elimina el contacto con muchos de estos patógenos. Sin embargo, en caso de plagas, el control es mucho más rápido y eficaz.
economia en riego
Los invernaderos agrícolas permiten el uso del método de fertirrigación, que es la aplicación de fertilizante junto con agua. Esta práctica genera grandes ahorros para el negocio, ya que el uso de agua es moderado y la eficiencia de nutrientes es mayor.
Según algunas investigaciones, las pérdidas de nutrientes nitrogenados por volatilización pueden llegar a más del 50% en campo abierto. El cultivo protegido lo evita, además de aumentar el rendimiento de los fertilizantes, que no reaccionan con sustratos inertes.
aumento de la calidad
Los cultivares de invernadero siempre tendrán un clima adecuado, maximizando el rendimiento de la planta. Dado que en el sector de las hortalizas existe preocupación por el color, el sabor, el olor, la textura y otras características visuales (y no solo por la cantidad del producto), es de suma importancia que las hortalizas reciban las condiciones idóneas para desarrollarse.
Reducción de pesticidas
Debido a un mayor control sobre las plagas, los invernaderos agrícolas brindan un sistema de producción mucho más limpio, lo que reduce drásticamente el uso de pesticidas.
Dada la creciente insatisfacción de la población con el uso de productos químicos en los cultivos, el cultivo protegido juega un papel importante en este asunto. Las hortalizas de invernadero satisfacen las demandas de consumidores conscientes y exigentes.
Sostenibilidad
Los invernaderos generan, en general, menores impactos ambientales que los cultivos convencionales. A través del uso racional de los recursos (agua y fertilizantes) y la reducción de pesticidas, la producción es más limpia y sostenible. Al generar también una menor cantidad de residuos, se facilita su manipulación.
Además, al poder instalarse cerca de núcleos urbanos, los invernaderos agrícolas reducen todos los costes (económicos y medioambientales) que implica el transporte de productos (precio de los combustibles, emisiones contaminantes, etc.).
