¿Qué es un sistema de riego?
Un sistema de riego es una
técnica empleada para poder regar nuestro jardín o huerto haciendo un uso sostenible del agua sin necesidad de despilfarrarla con la manguera, por ejemplo, y aportando la comodidad de no tener que estar in situ cada vez que se riega.
Uno de los principales
objetivos de un sistema de riego es que sea eficiente, para ello, se lleva a cabo la zonificación del lugar a regar. Es decir, se divide el jardín en distintos sectores según las especies, las condiciones y las necesidades hídricas que tengan. De esta forma, cada sector se podrá regar independientemente del otro con la cantidad y presión de agua que más le convenga.
¿Cómo elegir un sistema de riego?
En Planeta Huerto te ayudamos a elegir el mejor sistema de riego que mejor se adapta a tus necesidades. Para que tu elección sea la más adecuada debes tener en cuenta factores como el
tipo de jardín o huerto, el tamaño, el tipo de plantas y sus necesidades hídricas, la calidad del agua, condiciones climáticas, tipo de suelo, etc. Nosotros te damos las claves y la información necesaria para que puedas realizar una correcta elección.
Ventajas de comprar un sistema de riegos
- Ahorrarás agua: ya que se trata de sistemas economizadores de agua que además de ser beneficiosos para el medioambiente también favorecen al crecimiento de las plantas, ya que aporta solo la cantidad necesaria y de manera más uniforme; al suelo, ya que no produce erosión; la aplicación de fertilizantes es más eficaz mediante un sistema de riego…
- Notarás un ahorro económico: además supone un importante ahorro a largo plazo en cuanto al agua que consumiríamos para regar nuestro jardín o huerto en el caso de no utilizar un sistema de riego.
- Además de un ahorro en tiempo y esfuerzo: puedes poner en práctica el programador que va a hacer que tus plantas puedan ser regadas sin tener que estar físicamente presente.
Funcionamiento de sistemas de riego
- Programador: se trata de un dispositivo conectado al grifo que permite configurar a qué hora se va a regar tu huerto o jardín y durante cuánto tiempo.
- Filtro: es un objeto poroso que impide la obstrucción por sedimentación de partículas de suciedad del agua
- Válvulas intermedias y piezas de conexión y sujeción: se sitúan al inicio de cada fase de riego y permiten el paso del agua para el riego.
- Tuberías: conducto de PVC por donde va el agua antes de ser distribuida por la zona de riego: jardín, huerto, macetas, etc. Existen de distintos diámetros dependiendo del uso que le vayamos a dar.
- Aspersores o goteros: sistemas acoplados a cada tubería permiten la salida del agua. En el caso de los aspersores, por ejemplo, para regar un jardín con césped y goteros, para un huerto o macetas.
Además se puede añadir:
- Dispositivo de fertiirrigación: sistema para poder añadir fertilizante disuelto en el agua de riego.
- Reductor de presión: sistema que reduce la presión de agua, así ahorramos este valioso recurso y también en el mantenimiento del sistema de riego, ya que una excesiva presión podría dañar los goteros.
Tipos de sistemas de riego
Riego por aspersión
Este tipo de riego es aconsejable para grandes jardines con césped.
- Aspersores: Son sistemas cuya función es esparcir o dispersar el agua de riego o fertilizantes en gotas muy finas, de forma que alcance toda la zona de riego. Microaspersores: Se trata de sistemas de aspersión con el fin de suministrar el riego mediante gotas más finas que los aspersores. Poseen un deflector giratorio para ofrecer una mayor cobertura.
- Nebulizadores: Estos sistemas de aspersión consisten en provocar con agua a presión que sale por un pequeño agujero, una especie de nube o niebla muy fina.
- Sistema Micro Drip: la marca Gardena ha patentado su propio sistema. Lo más novedoso de este, es que cuenta con la tecnología de conexión de tuberías denominadas “Quick&Easy”, muy fáciles de montar y desmontar. Son conexiones de tuberías permanentemente selladas.
Riego por goteo
Este tipo de riego es el que más nos permite ahorrar agua, ya que, no sale a presión e impide la evaporación del agua.
- Auto-compensante: Estos sistemas se adecúan a circuitos largos (más de 25m) consisten en mantener un caudal fijo, equilibrando los cambios de presión que se producen a lo largo de todo el sistema.
- De caudal constante: Este tipo de sistemas proporciona siempre la misma cantidad de agua. Son los más baratos y sencillos de instalar.
- Regulable: Estos sistemas son aconsejables para plantas que están creciendo o para aquellas que están muy expuestas a cambios de temperatura ya que, se puede ajustar el caudal y pueden llegar a aportar 60 litros de agua por hora.
- Sistemas recirculados: Este sistema consiste en la recirculación del agua mediante una técnica denominada hidroponía. Esto provoca la optimización en el uso del agua mediante su reutilización para que después de su tratamiento se pueda volver a utilizar para el riego.
- Riego hidropónico: Se trata de sistemas mediante los cuales las raíces de los cultivos reciben una solución ya preparada con los nutrientes y el agua necesarios para su crecimiento.
- Goteo con depósito: Esta es una muy buena opción si no tenemos acceso a un grifo.
- Exudación: Este tipo de sistemas consisten en tuberías sin goteros. No los necesitan porque poseen una especie de orificios a lo largo de todo el mecanismo que aportan agua a toda la zona de riego. Una de las ventajas de este tipo de sistemas es que se pueden utilizar en huertos o jardines con plantas con poco espacio de separación. Además las tuberías se pueden enterrar y que el agua vaya directamente a las raíces, ahorrando así el agua que se pierde por evaporación.
- Tubería con goteros integrados: Este tipo de sistemas tienen una mayor facilidad de instalación pero requieren un mayor nivel de mantenimiento.
- Kits de riego: Diferentes opciones para cultivos, jardines y balcones con todos los elementos necesarios para un riego perfecto.
Si quieres ampliar información sobre el riego puedes visitar un post muy completo sobre Cómo regar adecuadamente nuestros cultivos.