¿Qué es la cochinilla?
La cochinilla (Dactylopius coccus) es un insecto parásito que se alimenta de la savia de las plantas.
Las hay de dos tipos: Las que tienen un caparazón duro y forma de lapa lo que las hace muy resistentes en su forma adulta a los insecticidas y las algodonosas, recubiertas por algo parecido al algodón estas son llamadas popularmente en la comunidad valenciana “cotonets” La hembra pasa por dos formas distintas de ninfa antes de llegar a adulta mientras el macho pasa además por una fase de pupa o capullo antes de llegar a adulto.
Las hembras pueden llegar a poner hasta 400 huevos y medir unos 6 mm, el macho es más pequeño y alado. De la hembra se extrae un tinte llamado carmín.
La reproducción es muy difícil de observar, ya que se produce de únicamente de noche en ella el macho sube por encima de la hembra y la acaricia con sus patas, después se pone a un lado inserta su esperma y a continuación repite la operación en el otro lado.
Las cochinillas, al igual que la mayoría de insectos chupadores, suelen situarse en el envés de las hojas, ya que es la zona con mayor porosidad(es en el envés donde se sitúan los estomas y se realiza el intercambio gaseoso) y accesibilidad para su aparato bucal chupador. El haz, en cambio, es totalmente impermeable y, por tanto, de difícil acceso para la cochinilla. La cochinilla tiene mayor tamaño que la mayoría de insectos chupadores y esto le permite en algunos casos tomar la savia de los tallos más tiernos.
Por tanto, para vigilar la posible presencia de cochinilla en nuestro huerto habremos de mirar en el envés de las hojas si queremos prevenir y poder coger cualquier invasión a tiempo.
¿Cómo afecta la cochinilla a mis plantas?
La cochinilla chupa y se alimenta de la savia de las plantas pudiendo llegar a debilitarlas enormemente. Pero no es este el principal agravio causado, el principal problema provocado tiene su origen en la melaza que segregan las cochinillas para sobornar a las hormigas, y es que este es caldo de cultivo de multitud de hongos y bacterias que pueden meter en serios problemas o incluso matar a nuestra planta.
¿Por qué le ha cogido manía la cochinilla a mi huerto?
Si aparece cochinilla en exceso es el momento de plantearse ¿qué estamos haciendo mal?. Probablemente, nos estaremos equivocando en alguna práctica, ya sea riego en exceso o déficit, exceso de abonado líquido (exceso de nitrógeno), temporada inadecuada, falta de sol o exceso, baja biodiversidad (monocultivos, la panacea de la debilidad)… el caso es que la cochinilla es un biomarcador y un síntoma de debilidad de la planta causada por cualquiera de estos motivos. Así que el primer paso será identificar para luego corregir la mala práctica.
¿Cómo prevenir ataques de cochinilla?
La prevención contra una plaga se basa en hacer las cosas bien: un riego adecuado a planta y clima, un abonado orgánico sólido de liberación lenta, ceñirse a los calendarios de siembra recomendados, orientar correctamente nuestro huerto para obtener las horas de sol necesarias y principalmente elevar lo máximo posible la biodiversidad, plantando el mayor número de plantas posibles y atendiendo a compatibilidades entre ellas, lo que fortalecerá mucho la resistencia de nuestro huerto a todo tipo de plagas y enfermedades, posibilitando la vida también de mayor variedad de bichos beneficiosos.
También es importante la vigilancia, cuanto más asiduamente observemos el estado de salud de nuestras plantas, miremos el envés de las hojas y su vigorosidad; menor será el riesgo de padecer cualquier plaga y más efectiva será la retirada manual.
Recuerda que el objetivo no es “eliminar” a la cochinilla, sino evitar que nuestro huerto sufra demasiados daños sin colmarlo de insecticidas ni productos químicos agresivos. Un poco de cochinilla no hace daño y mantendrá las poblaciones de mariquitas y crisopas que regularán su población.
Y si a pesar de todo esto me encuentro con una plaga…
Si los métodos de prevención fallan y las poblaciones de cochinilla corren peligro de descontrolarse probablemente tengamos que recurrir a algún producto ecológico de protección frente a plagas que ayude a la planta a combatir al parásito, detener y eliminar la plaga.
Lo ideal sería retirar la cochinilla manualmente siendo la técnica más inocua, lo podemos hacer si es poca la cochinilla que tenemos y mucha nuestra paciencia, pero resulta complicado porque es un insecto muy pequeño y su retirada minuciosa se antoja prácticamente imposible por pequeña que sea la escala de nuestro huerto a no ser que nuestra vigilancia sea casi diaria muy precisa.
Uno de los productos más efectivos en la lucha contra la cochinilla es el jabón potásico, este tiene la propiedad de reblandecer el exoesqueleto de los insectos, estos quedan muy debilitados y acaban muriendo, además es un producto natural e inocuo para la salud.
Después de haber usado el jabón potásico, aproximadamente una hora después, viene muy bien aplicar el insecticida natural, que actúa frente a una amplia gama de plagas como: mosca blanca, minador, araña roja, trips, pulgones, piojo, escarabajo de la patata, chinches… La acción conjunta de jabón potásico e insecticida natural hace que sea todavía más efectivo el tratamiento.
A continuación también se debe aplicar un producto de limpieza para eliminar la melaza, atrayente extraordinariamente efectivo de hongos y bacterias perniciosas para la planta, estos productos suele además llevar desinfectantes que protegerán la planta y eliminarán hongos y bacterias.
Otra opción igual de válida es la utilización de productos ya preparados que son totalmente ecológicos y que previenen y combaten a la mayoría de plagas que pueden atacarnos, como los que emplean la técnica de la homeostasis, que diluye un insecticida hasta el infinito quedando solo una traza de este totalmente inocuo pero efectiva en la lucha contra los insectos. También hay productos basados únicamente en esencias vegetales protectoras.
Como solución natural triple acción, funciona muy bien el extracto de ortiga, diluyéndolo en agua se aplica en toda la planta, siendo una buena defensa contra todo tipo de insectos, ácaros y hongos.
Cochinillas… no es mala su intención
La cochinilla no es “mala”, existe en la naturaleza en consonancia y armonía siempre y cuando el hombre no desajuste la balanza. Así que ánimo, siempre tenemos cosas que aprender de la naturaleza y mantener el equilibrio ecológico de nuestro huerto puede ser un logro digno de sonrisas más que meritorias.