Cómo combatir la podredumbre apical o peseta del tomate

Cómo combatir la podredumbre apical o peseta del tomate

Ahora que los tomates comienzan a
ponerse rojos
, es el momento de planificar la cosecha de este año.
Si hemos hecho los deberes, sobre todo en cuanto a plagas, riego y
tratamientos se refiere, deberíamos disfrutar de unos tomates muy
sabrosos y, por supuesto, ¡naturales! Qué bien sabe comer los
frutos de tu propio trabajo, ¿verdad?

Sin embargo, hay una fisiopatía
habitual en el tomate y sus primos (pimiento, berenjena…), que se
conoce popularmente como “enfermedad de la peseta” y, de forma
más técnica, como “podredumbre apical”. El síntoma principal
es que los tomates presentan el “culo negro”, como se puede
apreciar en la foto.

Causas

Existen dos causas que, frecuentemente,
se dan a la vez:

  • El suelo es pobre en calcio, un
    elemento esencial para que las plantas crezcan fuertes y
    adecuadamente.
  • El riego ha sido demasiado abundante o
    demasiado escaso
    , por lo que las raíces no se han desarrollado bien
    y no son capaces de absorber el calcio, provocando la falta de calcio.

Si las raíces no han recibido
suficiente agua, el sistema radicular de la planta no se habrá
desarrollado casi, y no será capaz de encontrar el calcio que
necesita. Si ha recibido un exceso de agua, por el contrario, las
raíces estarán encharcadas o podridas, y serán incapaces de
absorber el calcio (ni muchos otros nutrientes). Recordad, como
decíamos en el artículo sobre los errores
que podemos evitar en nuestro huerto, que es mejor pecar por
defecto que por exceso
.

Un truquito para provocar que las
raíces crezcan es “retar” a la planta a buscar el agua: en lugar
de regar justo alrededor del tallo, podemos regar un poquito más
lejos, distancia que aumentaremos proporcionalmente según aumente el
tamaño de la planta. Así, están “obligadas” a echar raíces
para absorber el agua.

Por desgracia, una vez que un tomate se
ha visto afectado por este problema, no tiene remedio. Lo que sí
puede hacerse, de cara a la siguiente cosecha, es prevenir.

Soluciones

Además de tener todo lo anterior de
cara al próximo año, podemos compensar el suelo, para que las
nuevas plantas y frutos crezcan sin este característico “culo
negro”.

La opción más recomendable es el
la harina de pescado o el guano.
Ambos poseen una
enorme concentración de calcio
, entre otros nutrientes y elementos,
por lo que no solo es útil para compensar este déficit, sino que
también ayudará a la planta a crecer saludable y florecer con
energía, ya que actúa como una fuente de nutrientes de lenta
liberación.

Otra opción interesante es aplicar,
como vimos cuando hablamos de residuos
de casa que podemos aprovechar en el huerto, cáscaras de
huevo pulverizadas. El problema que presenta este formato es que
tarda mucho en ser absorbido, por lo que otra opción es añadir un
poco de leche al suelo o al agua de riego, en proporción 1 de leche
(desnadata, ¡por supuesto!) / 10 de agua.

Por último, como solución radical, se puede
añadir también un poco de yeso (sí, del de la obra). Eso sí…
como cada sustrato y suelo es un mundo, ¡hay que tener cuidado con
las dosis, porque podéis destrozar el suelo!

La ventaja de los productos que te ofrecemos en Planeta Huerto frente a estas
soluciones es que, además de compensar la carencia, aportas muchos
otros componentes útiles para el suelo y la planta.
Y, sobre todo,
que te aseguras de que la dosis empleada es la adecuada. Por tanto,
nuestro consejo es que empleéis este producto y os curéis en salud.
Vosotros, el huerto, y vuestras tomateras.

Fonte: https://www.planetahuerto.es