Uno
de los momentos más gratificantes del huerto, en mi humilde opinión,
es el del paseo que nos damos por él para regar: te permite
descubrir nuevas flores y frutos, cambios en el desarrollo de las
plantas, quizá un posible plaga… pero, sobre todo, te deja una
satisfacción en el cuerpo por el trabajo bien hecho.
Al poco
rato de recibir el preciado líquido, observas el agradecimiento de
las plantas: sus hojas brillan, preparadas para el nuevo día (o para
la noche, en función de la temporada del año).
El riego por goteo es la puerta a la tranquilidad, a evitar esa angustia por
nuestras plantas que siempre nos surge al tener que dejar el huerto
desatendido por unos días. Por ello, creo que el mejor consejo sobre
el riego por goteo que os puedo dar, es que no dejéis su instalación
para el último momento. Lo haréis con prisas y sin poder comprobar
si la programación es la más apropiada.
El
programador
En un
huerto en macetas, hay dos maneras de ajustar el riego, y uno de los
más importantes, es el programador. Debido al poco volumen de los
contenedores, me parece vital poder disponer de la opción de riegos
muy cortos, de un minuto o menos si es posible. El caudal lo definen
los goteros, por lo que optar por los distintos modelos regulables
(que te permiten incluso cerrarlos del todo), me parece la mejor
solución para no tener que andar eliminando parte de la instalación
cuando finaliza la cosecha de lo que cultivabas en una maceta
determinada.
Tan
importante como el programador es la instalación de un derivador o
distribuidor para poder seguir utilizando el grifo para aquello que
podamos necesitar, ya sea lavarnos las manos, conectar una manguera o
llenar un cubo.
Tipos de
tubo o mangueras
Cada vez
existen más modelos de tubos y mangueras creados para dar solución
a distintas necesidades. En un balcón o una terraza se suele
utilizar un tubo como el que se muestra en el vídeo, porque
necesitamos que la instalación sea estanca durante su recorrido para
no desperdiciar agua y dejarlo todo perdido.
Pero, en
un huerto en el suelo, suelen utilizarse mangueras agujereadas cada
30 cm aproximadamente, lo que facilita enormemente su uso. También
existe la manguera microporosa o de exudación que, como su nombre
indica, traspira agua poco a poco a lo largo de su recorrido. Si
estáis preocupados por la eficiencia en el riego y en la
optimización de los recursos hídricos, suele ser la mejor de las
opciones.
Rizando
el rizo
Para
poder ofrecer a cada hortaliza el riego que necesita, disponemos de
varias piezas auxiliares que nos facilitarán muchísimo la vida:
desde llaves de paso para poder abrir o cerrar el riego a una zona
determinada (o al bancal de los ajos, por ejemplo) hasta los goteros
regulables de los que os hablaba antes.
En
huertos en macetas suele ser muy interesante utilizar derivaciones
para el microtubo. En casa, suelo realizar un empalme al tubo
principal para regar cuatro macetas, gracias a la derivación en
forma de X. De este modo, evito tener un montón de microtubos
pinchados al principal.
Y, por
último, tres consejos más:
- Un kit
con programador, tubo y microtubo, derivaciones básicas y goteros
suele ser más que suficiente para su instalación en una terraza o
balcón. Un croquis previo y un vistazo a las opciones de ampliación
os permitirán mejorar el diseño del sistema de riego y, además, os
tendrá entretenidos durante unos días.
- Guardad en lugar seguro la “llave-punzón” que sirve para
perforar el tubo principal. Tiene una medida estándar, por lo que
seguro podréis reponerla si la extraviáis, pero no está de más
ponerle un llavero para ubicarla rápidamente si os hace falta.
- No
dejéis de probar la técnica de calentar el tubo, para dilatarlo
(metiéndolo en una olla con agua hirviendo, por ejemplo, sin que
toque los bordes de la olla, durante medio minuto) antes de
introducir en él las piezas de plástico: este truco me lo contó un
amigo jardinero y, la verdad, es que se agradece, porque es la única
operación que requiere algo de fuerza.
Espero
que estos consejos os sean de utilidad para conseguir un riego más
eficiente.
¡Saludos!